La resistencia desde los cuentos, sus relatos contra la autoridad

Cada que escuchamos la palabra literatura, generalmente la imaginación nos lleva a un anciano barbudo con una pipa en la boca leyendo en su enorme mansión (bueno ese es un clásico). actualmente el lector ideal es una persona a la orilla de la playa con una bebida en una mano y en la otra un libro o bet-seller, aunque hay distintas las variables de este lector. la cuestión es que nos da la idea de que leer no es para pobres. No porque seamos brutos o no sepamos leer. Simplemente obedece a dos situaciones: no tenemos el dinero para comprar el libro que deseamos o no nos queda tiempo de leerlo.